Estamos en el último trimestre de 2019, pero eso no significa que sea demasiado tarde para una nueva perspectiva.
Siempre hay un toque de emoción en el aire cuando llega septiembre y el otoño. Quizás sea porque pasamos gran parte de nuestros años de formación volviendo a la escuela en esta época del año, o quizás simplemente sea la frescura que se respira en el aire fresco del otoño.
A muchos nos encanta la llegada del otoño, mientras que otros desearían que el verano nunca terminara. Sea cual sea tu preferencia, con el otoño y la luna nueva coincidiendo este año, considera esta transición estacional como un momento para redoblar tus esfuerzos en tus metas o sentar las bases para el próximo año. Sea cual sea tu objetivo, es un buen momento para renovar tu perspectiva y recuperar la motivación para los próximos meses.
Lo que realmente importa, además de las rutinas de un nuevo año escolar y el clima otoñal, es la sensación de transición que le da al otoño la sensación de ser el comienzo de un nuevo comienzo. Muchas transiciones ocurren en esta época del año. Incluso si no tienes hijos que regresan al colegio, tu rutina cambia: la forma en que te vistes, tu cuidado personal, cómo pasas tiempo con amigos y familiares; muchos aspectos de nuestra rutina diaria se ven alterados por el cambio de estación.
Así que, mientras todos nos encontramos en este estado natural de transición mental, emocional y física, reevaluar nuestras metas y otros aspectos importantes de nuestra vida puede ser increíblemente beneficioso. Ahora es el momento de canalizar esta energía hacia todas las áreas de nuestra vida que necesitan atención.
Piénsalo así: las nuevas estaciones y las lunas nuevas son microversiones de un año. Cada enero, muchos nos proponemos mejorar de alguna manera. Pero mejorar es un proceso que necesita renovarse y reevaluarse con frecuencia. Con el cambio de estación, al igual que con la llegada de cada luna nueva, nos gusta pensar en cómo mantener el impulso de todos los propósitos que hicimos en enero.
Lo que más nos gusta de la transición del verano al otoño es la sensación natural de renovación. A medida que el entorno se prepara para desprenderse de los restos del año y dar paso al siguiente, podemos aprovechar esa energía natural para revitalizar nuestros esfuerzos de superación personal.
Nos encanta la idea de establecer una meta más pequeña para la temporada para cerrar el año con la esperanza de sentar una base sólida para el próximo: ¡comenzar algo nuevo para terminar el año con una pequeña victoria de celebración!
Ya sea un éxito emocional, mental o físico, depende totalmente de usted, pero creemos que la transición del verano al otoño es uno de los mejores momentos del año para comenzar de nuevo o renovarse.