Todos hemos oído los mitos sobre la luna llena que provoca extravagancias, pero ¿realmente influye la luna en nuestro comportamiento? Sin duda, existen numerosas teorías, así como pruebas contundentes que respaldan ambas versiones. La luna es un orbe místico y mágico que, durante siglos, ha inspirado teorías, preguntas e investigaciones interminables. En este artículo, exploramos los pormenores de si las fases lunares influyen en el comportamiento humano. ¿Realidad o mito? Sigue leyendo para descubrir lo que hemos aprendido a través de nuestra investigación.
Los mitos detrás del efecto de la luna
Existen innumerables mitos en torno a la luna y sus poderes. Seamos sinceros, es un símbolo místico con el que probablemente la gente nunca dejará de obsesionarse. El mito más compartido y reiterado es que la luna llena hace que la gente actúe de forma loca. La palabra "lunático" incluso proviene de la raíz latina "luna", que significa luna. Esta teoría parece haberse originado en los inicios de la historia de la humanidad, cuando se relacionaba la luna llena, o incluso la superluna, con el caos y el comportamiento errático.
Además del mito de incitar comportamientos alocados, también se teoriza que la luna llena hace que las personas actúen con mayor agresividad, incitando actos violentos. Algunos creen que tiende a llevar a las personas a tomar riesgos que no necesariamente tomarían durante las otras fases lunares. Algunos creen que la luna llena desvirtúa el comportamiento racional, provocando que las personas actúen impulsivamente.
Otro mito que rodea a la luna llena es que tendrá un efecto en los hábitos de sueño, haciendo más difícil que las personas puedan descansar bien cuando la luna está completamente oculta, tal vez debido al aumento de luz durante la luna llena.
Finalmente, se cree que la luna llena puede afectar el comportamiento de los animales. Todos conocemos el mito de que la luna llena atrae a los hombres lobo, pero se cree que incluso las mascotas pueden comportarse de forma diferente durante la luna llena.
Los mitos sobre la Luna y nuestros cuerpos
Además de influir en nuestra forma de actuar, muchos creen que la luna también tiene ciertos efectos en nuestro cuerpo durante sus diferentes fases. Se sabe que muchas civilizaciones vinculan las fases lunares y la duración de su ciclo completo (unos 29,5 días) con el ciclo menstrual femenino (de unos 28 días). Algunos también creen que la luna tiene la capacidad de aumentar la fertilidad femenina y propiciar los nacimientos.
Resulta un tanto alarmante que existan teorías que indican que la luna llena aumenta el riesgo de sufrir una crisis epiléptica en quienes padecen esta afección. Se cree que la luna y sus diferentes fases pueden tener efectos significativos en las distintas funciones y procesos de nuestro cuerpo, y muchos de estos mitos existen desde hace tiempo.
La ciencia detrás de las historias
Como pueden ver, existen numerosas teorías sobre cómo la luna afecta el comportamiento humano (e incluso animal). Dado que algunos de estos mitos han existido durante décadas o incluso siglos, se han realizado extensas investigaciones para confirmar o desmentir cada teoría. En esta sección, les guiaremos a través de las teorías e ideas mencionadas anteriormente y lo que la ciencia dice al respecto para desmentirlas definitivamente.
Primero, profundicemos en la teoría más común, que afirma que las personas son propensas a actuar de forma alocada durante la luna llena. Según Psychology Today , los científicos han investigado esta teoría innumerables veces y de diversas maneras, sin obtener resultados. No han encontrado evidencia concreta que afirme que la luna llena provoque que las personas actúen de forma anormal.
Si bien varios estudios e informes indican un mayor nivel de delincuencia y agresiones durante la luna llena (por ejemplo, un estudio de la década de 1970 indicó un mayor número de agresiones con agravantes durante la luna llena), no existe ninguna investigación concluyente que respalde esta teoría. Tampoco existe evidencia científica que respalde la afirmación de que la luna llena haga a las personas más impulsivas o propensas a asumir riesgos que no asumirían durante otras fases lunares.
Tras realizar estudios en laboratorios del sueño, el biólogo marino Ernest Naylor descubrió que, aunque los humanos desconocen por completo la fase lunar, sí parecen causar cierta variación en los patrones de sueño. La BBC informó que los encuestados en un estudio de 2013 calificaron su calidad de sueño como un 15 % inferior durante la luna llena, y que los participantes tardaron, en promedio, cinco minutos más en conciliar el sueño durante esta fase lunar.
Por otro lado, los estudios de Naylor desmintieron la teoría de que el ciclo lunar se correlaciona con los ciclos menstruales de las mujeres y que cualquier correlación esporádica entre ambos se produce por casualidad. En cuanto al mito de que la luna controla la fertilidad femenina y propicia los nacimientos, los estudios han demostrado que esta correlación no existe. Tendría sentido que la fertilidad femenina no se ajuste al calendario lunar, ya que este gira en torno a los ciclos menstruales. Los expertos afirman que es mucho más probable que el parto se produzca por un cambio en la presión barométrica que por una fase lunar específica, lo que invalida esta teoría.
Finalmente, los expertos han investigado si la luna puede provocar convulsiones epilépticas en personas predispuestas a esta afección. Los médicos han confirmado que esto no es cierto y, además, han descubierto mediante una extensa investigación que el número de convulsiones alcanzó su máximo en el cuarto menguante y el mínimo durante la luna llena, lo que contradice aún más la teoría.
Si bien existen numerosas teorías sobre cómo la luna afecta el comportamiento humano, aún no se ha determinado su veracidad, y los científicos han demostrado que muchas de estas ideas son falsas. Sin embargo, tenga en cuenta que la luna ciertamente inspira asombro y preguntas, estimulando un estado mental específico que aferra creencias tan firmemente que ni siquiera la ciencia puede desmantelarlas. Quizás solo un orbe místico, brillante y cambiante como la luna pueda causar estos sentimientos, ¡y no creemos que estas teorías, creencias y estudios desaparezcan pronto!